Abogada – Política – Diputada Nacional

“Argentina necesita salir de la crispación kirchnerista y la crispación Mileísta”

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Fuente Perfil

La diputada de Encuentro Federal participó del Ciclo de Entrevistas de la Universidad del Sur de Buenos Aires (USBA). El escándalo de Espert y el narcotráfico. El Presidente como showman en medio de una crisis. Y la apuesta por diferenciarse de la polarización.

En declaraciones recientes, usted dijo que el resultado electoral de estás próximas elecciones del 26 de octubre puede ser muy negativo para el Gobierno. ¿Por qué cree que se profundizará ese escenario de derrota para el oficialismo?

—Yo creo que sí, que el resultado será peor, porque las reacciones posteriores del Gobierno frente a las críticas fueron aún más negativas y los acontecimientos no hicieron más que empeorar la situación. Milei, frente a algunas de las leyes aprobadas, no solo las vetó, sino que redobló la apuesta con actitudes que considero inadmisibles. Un ejemplo claro es la ley de protección de la discapacidad: no solo la vetó, sino que luego la promulgó y la devolvió al Congreso diciendo abiertamente que no la iba a cumplir. Un presidente que anuncia públicamente que no respetará la ley es un hecho gravísimo en cualquier democracia. A eso hay que sumarle el escándalo con José Luis Espert. Descubrir que el candidato principal del oficialismo recibía dinero del narcotráfico es demoledor. Lo apartaron de la lista, pero su nombre quedó en la boleta, lo cual refleja la vulnerabilidad de La Libertad Avanza: arman sus listas sin ningún control de antecedentes ni trayectorias. Y como si todo eso fuera poco, el acto del lunes pasado fue un bochorno. Ver a un presidente convertido en un showman, bailando y gritando como si fuera una estrella de rock, mientras millones de argentinos sufren para llegar a fin de mes, demuestra un nivel de insensibilidad y desconexión muy preocupante. Ese mismo día, al mediodía, estaba filmando lo que él llamaba la prueba de sonido, cantando y gritando, ocupado todo el día en su propio acto. Para mí, eso es un símbolo de desequilibrio y de desprecio hacia los problemas reales de la gente. Por todo esto, estoy convencida de que incluso algunos de sus votantes dejarán de apoyarlo y que el resultado electoral será peor.

Margarita Stolbizer participó del Ciclo de Entrevistas de estudiantes del Posgrado en Periodismo de Investigación de la USBA.

—Usted integra el espacio de Provincias Unidas, que se diferencia de los libertarios y del kirchnerismo. ¿Cuál sería el mensaje central para salir de esta polarización?

—Nuestro proyecto se diferencia porque no plantea una elección entre dos extremos. El gobierno vende la idea de que solo hay dos opciones: La Libertad Avanza o el kirchnerismo. Nosotros decimos que eso es falso, que sí existe un camino alternativo. La polarización en la Argentina ha sido destructiva. Induce a votar de manera negativa: votar a uno para que no gane el otro. Eso lo venimos repitiendo hace años y los resultados son malos, porque quienes llegan al poder bajo esa lógica nunca resuelven los problemas de la gente. Milei y el kirchnerismo expresan lo mismo, son modelos autoritarios y corruptos, dos modelos que degradan las instituciones. El kirchnerismo centra su estrategia en denunciar supuestas persecuciones judiciales; Milei habla de operaciones políticas. Pero ninguno de los dos discute lo que realmente importa: un proyecto de país. Nosotros planteamos otro eje: producción, empleo, educación, decencia en la gestión pública e instituciones fuertes.

—Definió al kirchnerismo y al oficialismo como modelos autoritarios y corruptos. ¿En qué se parecen Cristina Fernández y Javier Milei?

Se parecen en la intolerancia hacia la crítica. Ambos descalifican periodistas, atacan la libertad de prensa y desobedecen fallos judiciales que les resultan adversos. Son gobiernos hostiles hacia la prensa independiente y utilizan la descalificación como mecanismo político. También se parecen en el abuso de los decretos de necesidad y urgencia, lo que debilita aún más las instituciones. En definitiva, Cristina y Milei comparten un modelo autoritario y personalista, incompatible con una democracia sólida.

—En un país tan polarizado, ¿es posible la moderación?

No solo es posible, es indispensable. Argentina necesita salir de la crispación kirchnerista y de la crispación mileísta. El centro político, la moderación, el equilibrio, la decencia, son hoy un acto de valentía. Hace poco leí un libro de un autor catalán que decía algo que me quedó grabado: en momentos de alta crispación, la moderación es un acto de valentía. Y tiene razón. Los consultores suelen decirnos que la moderación no cotiza electoralmente, que lo que vende es el insulto. Pero nosotros creemos lo contrario: el camino es el respeto, el diálogo y la construcción de consensos. El insulto se ha naturalizado en la política argentina. Incluso en el Congreso, en los últimos debates, el agravio reemplaza al debate de ideas. Eso es inadmisible. La democracia es diálogo, consenso y disenso. El insulto no puede ser la regla. Por eso nosotros, en el bloque Encuentro Federal, que integramos junto a Randazzo y Monzó, defendemos la coherencia y el diálogo. La democracia necesita de la palabra y del respeto mutuo, incluso con quienes piensan distinto.

—En 2017 compartió listas con Sergio Massa y ahora con Florencio Randazzo. ¿Cómo explica esas decisiones?

—Con Massa en 2017 coincidíamos en un discurso opositor al kirchnerismo, en la lucha contra la corrupción y en una agenda de producción y empleo. Era natural en ese momento. Votamos juntos el desafuero de De Vido. Pero en 2019 él volvió al kirchnerismo y yo no podía acompañar esa decisión. Randazzo es distinto: en momentos de alto poder del kirchnerismo le dijo que no a Cristina, rechazando cargos importantes. Eso demuestra coherencia e independencia. Hoy compartimos bloque, el mismo espacio de centro en la Cámara de Diputados, con coincidencias programáticas y una postura crítica frente a los dos extremos.

—¿Qué similitudes ve entre las denuncias actuales y los casos de corrupción kirchnerista?

—El escándalo Libra con criptomonedas es complejo, pero el presidente incurrió en violaciones a la Ley de Ética Pública al promover un negocio en el que se presume un beneficio personal. Eso no es menor. Más graves aún me parecen los casos de PAMI y la compra de medicamentos para personas con discapacidad, donde ya hay pruebas de sobreprecios y sospechas de coimas. Son denuncias serias, respaldadas incluso por intendentes de diferentes partidos. La gran similitud con el pasado es la lentitud de la Justicia. Mientras los poderosos gobiernan, los expedientes duermen. Ocurrió con Menem, ocurrió con el kirchnerismo y hoy ocurre otra vez. El poder judicial argentino es lento, deficitario y muchas veces funcional al poder político.

—Agradecemos su participación en este Ciclo de Entrevistas de la USBA y le damos la posibilidad de cerrar con un comentario final.

—Les agradezco mucho la oportunidad y les deseo suerte. Admiro a quienes eligen esta carrera y creo que deben resguardar siempre la dignidad del periodismo independiente, porque la democracia se fortalece con un periodismo libre y crítico. Y en este tiempo de campaña, mi mensaje es claro: tenemos que salir de la polarización y construir un espacio de moderación, equilibrio, sensatez y decencia como verdadera salida para la Argentina.

Por Johana Ochoa y Gisele Juárez

Posgrado en Periodismo de Investigación

Universidad del Sur de Buenos Aires