Abogada – Política – Diputada Nacional

Beneplácito por la distinción que el Gobierno de Canadá otorgo a la Señora Susana Trimarco

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PROYECTO DE DECLARACIÓN – 12/04/2012

Expresar beneplácito por la distinción que el Gobierno de Canadá otorgo a la señora Susana Trimarco en reconocimiento a la lucha contra la trata de personas, el día 14 de marzo de 2012 en la ciudad de Ottawa.

La Cámara de Diputados de la Nación

Declara:

1. Su beneplácito por la distinción que el Gobierno de Canadá, -a través de su Ministro de Relaciones Exteriores, John Baird-, otorgara a la Sra. Susana Trimarco, madre de Marita Verón, el día 14 de marzo en la Ciudad de Ottawa, reconociendo su lucha contra la trata de personas y la prostitución forzada, expresado en el premio John Diefenbaker por la Defensa de los Derechos Humanos y la Libertad.

2. Su adhesión a la candidatura de la Sra. Susana Trimarco para el Premio Nobel de la Paz por su compromiso con la defensa de los derechos humanos, así como por su lucha contra las redes de trata y su valentía para enfrentarlas.

3. Que vería con agrado que el Poder Ejecutivo Nacional promueva, a través de los mecanismos institucionales que correspondan, la candidatura de la Sra. Susana Trimarco para el Premio Nobel de la Paz.

Señor Presidente:

La Sra. Susana Trimarco comienza su lucha contra la trata de personas cuando su hija Marita Verón es secuestrada por una red de trata de personas dedicada a la prostitución forzada de mujeres en el año 2002. A partir de ese momento, ella misma se involucra e investiga a estas redes, dejando al descubierto las redes de traficantes que operan en las provincias de La Rioja, Tucumán, Buenos Aires, Córdoba y Santa Cruz.

En el año 2007 inaugura la Fundación María de los Ángeles. Esta organización, dedicada a la lucha contra la trata de personas, promueve la prevención, la protección y la asistencia integral a las víctimas y su grupo familiar. También recibe denuncias y extiende su trabajo a todo el territorio nacional.

Gracias a su incansable y valiosísimo trabajo y dedicación, logró recuperar a un centenar de víctimas de este delito brindándoles contención y ayuda para el reencuentro con sus familiares. Es así que logró que este flagelo sea visibilizado en la sociedad argentina, el cual hasta el secuestro y desaparición de Marita sólo era estudiado a nivel internacional.

La Organización de las Naciones Unidas (ONU) considera la trata de personas un delito transnacional. Asimismo, la catalogó como el tercer negocio mundial, antecedido por el tráfico de armas y el narcotráfico, y cuenta con la complicidad de las instituciones policiales, judiciales y políticas. Por este motivo es imperioso desbaratar las redes y denunciar las connivencias existentes con el poder.

La trata de personas es mucho más que un delito, en la trata están condensadas todas las violaciones de los derechos humanos. Hablamos de que la trata de personas implica la explotación laboral, la reducción a servidumbre, la explotación de la mendicidad, la extracción de órganos, la apropiación y venta de bebés, o la explotación sexual. La relevancia de esta última (90%) nos dice que la trata está mayormente destinada al sometimiento a la prostitución de sus víctimas.

Abordar el problema de la trata implica considerar al ser humano como mercancía y pone en evidencia la industria que se genera debido a esto justamente, a que somos consideradas mercancías. Tal como sostiene la teórica política y feminista Carole Pateman, el capitalismo siempre bregó por la libre circulación de las mercancías, pero requiere para su funcionamiento de diversas formas de esclavitud y de mecanismos que lo sostengan, ya sean legales o clandestinos, siempre haciendo especial hincapié en la expansión del consumo y las industrias.

En la trata con fines de explotación sexual también se reduce a las mujeres a esta categoría. La cosificación que se hace de las mujeres sirve a la promoción de la «industria» de la explotación sexual, en donde las mujeres somos tratadas como objetos de satisfacción de placeres sexuales de los hombres, somos consideradas como una mercancía de «libre circulación» (circulación entre las provincias, circulación entre los países, de cliente en cliente, de mano en mano) donde la oferta de cuerpos femeninos está a disposición de la demanda para consumo sexual.

La trata con fines de explotación sexual es una clara manifestación de la desigualdad de género, de la situación asimétrica y de vulnerabilidad a la que las mujeres estamos sometidas en las sociedades patriarcales. Este flagelo constituye una violación a los derechos humanos de las mujeres, a nuestra dignidad e integridad como personas, a nuestra libertad, a la vida.

Para combatir este delito y ofrecer alguna solución a esta problemática es necesario avanzar en varias direcciones. Por un lado es necesario desbaratar las redes de tratantes y denunciar sus vínculos con la justicia, con el poder político, con las fuerzas de seguridad. Por otro lado es necesario hacer campañas de sensibilización y prevención para evitar el secuestro, el rapto o el engaño por el cual someten a las personas antes de ingresarlas a las redes. Asimismo, es necesario concientizar en que el hecho de que sin clientes no hay trata. Es muy importante tener en cuenta esto: porque si nadie quisiera satisfacer su deseos de paternidad o maternidad «comprando» un bebé (y no por medio de la adopción legal), si nadie comprara productos de fábricas o talleres en donde sabemos que sus trabajadores están sometidos a condiciones infrahumanas, y si nadie considerara a la mujer como objeto de deleite, este delito no existiría.

Gracias a Susana Trimarco, quien persiguió y logró poner en evidencia la impunidad de la que gozan las redes de trata, este flagelo se visibilizó y hoy todos y todas estamos hablando de la trata y sus formas de explotación. Ello hizo que como sociedad comenzáramos a ser menos tolerantes con estas formas de explotación. Debido a su investigación, hoy es posible que estemos viendo juzgadas 13 personas por el secuestro de Marita. Tuvo que ser ella quien ponga en riesgo su vida para que este juicio se llevara a cabo, ya que si esperaba que la investigación sea realizada por poder judicial y policial, esto nunca hubiera ocurrido.

Es por estos motivos que el pasado 14 de marzo el Ministro de Relaciones Exteriores de Canadá John Baird le entregó el premio John Diefenbaker. Baird sostuvo que «reconoce el coraje de Susana Trimarco quien, en la búsqueda de su hija desaparecida, contribuyó a echar luz sobre el mundo del tráfico humano y la trata de personas. La Fundación María de los Ángeles contribuyó a crear conciencia sobre este flagelo. A través de su inclaudicable determinación, Susana Trimarco ayudó a cientos de víctimas a escapar de condiciones inhumanas».

El premio John Diefenbaker rinde homenaje a personas o grupos de personas que hayan demostrado un excepcional espíritu de coraje y de iniciativa en la defensa de la libertad y de los derechos humanos. Cada candidatura es detenidamente evaluada en base a las contribuciones del candidato o candidata al respeto de los derechos humanos. Este premio lo entrega Canadá en el marco de su compromiso global en la promoción de la libertad en el mundo.

Por otra parte, en este proyecto proponemos que la Honorable Cámara de Diputados de la Nación adhiera a la candidatura de la Sra. Susana Trimarco como Premio Nobel de la Paz. Su compromiso con la defensa de los derechos humanos, así como su lucha contra las redes de trata y su trabajo y valentía para enfrentarlas lo ameritan.

Asimismo, que veríamos con agrado que el Poder Ejecutivo Nacional promueva la candidatura de la Sra. Susana Trimarco para este premio, poniendo de manifiesto su compromiso en la lucha contra la trata de personas y reivindicando el loable trabajo que ella viene desarrollando para que este flagelo haya comenzado a ser visibilizado por la sociedad toda, en pos de un país justo, igualitario y sin impunidad, protegiendo la vida, la libertad y la dignidad de las mujeres víctimas de las redes de trata.