Abogada – Política – Diputada Nacional

Cristina no tiene futuro porque hasta el PJ la rechaza

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Margarita Stolbizer. "El kirchnerismo es una expresión del peronismo, y el peronismo tiene una gran capacidad para reciclarse. En el justicialismo, no perdonan a los que pierden." (Sergio Cejas)
Margarita Stolbizer. «El kirchnerismo es una expresión del peronismo, y el peronismo tiene una gran capacidad para reciclarse. En el justicialismo, no perdonan a los que pierden.» (Sergio Cejas)

Por Julián Cañas para LA VOZ

La legisladora remarcó que las causas Hotesur y Los Sauces pueden complicar a la expresidenta. Anticipó que no habrá acuerdo en la conciliación judicial.

Margarita Stolbizer admite con una sonrisa que en su estadía en Córdoba sintió que la gente la reconoce por ser una de las dirigentes políticas que más denunció al kirchnerismo, incluso en el apogeo del poder de Cristina Fernández.

En su paso por Córdoba –vino a ver en acción a su hijo, el basquetbolista Nicolás Laprovittola, que juega con la selección nacional un torneo internacional en el Superdomo Orfeo–, la diputada nacional aseguró que no habrá acuerdo con Cristina Fernández en la audiencia de conciliación judicial que tendrán el lunes 8 de agosto.

Acérrima crítica del kirchnerismo, Stolbizer les pidió a la sociedad y al periodismo que no se “entretengan” con la novela del monasterio, en la causa judicial que involucra al detenido exsecretario de Obras Públicas de la Nación, José López. “Es caso central en la corrupción K y algunos lo toman como si fuera una novela de la tarde”, advirtió la legisladora bonaerense.

Aunque reconoce que hoy está más cerca de Sergio Massa que del macrismo, la legisladora bonaerense no le cierra las puertas a ninguna posibilidad electoral, pero aclara que recién en marzo del año que viene resolverá su futuro político, ya que el año que viene concluye su mandato como diputada nacional.

–Está citada a una mediación judicial con Cristina Fernández, ¿hay posibilidad de un acuerdo para evitar un juicio en su contra?

–Ninguna posibilidad de conciliación. Se trata de una obligación de mediación judicial, previa al juicio por daños y perjuicios que me entabló la expresidenta. Busca un resarcimiento económico. Está claro que yo no voy a aceptar ningún tipo de acuerdo, porque las denuncias que presenté fueron con documentos que son públicos. Lo único que hice fue llevar a la Justicia elementos que pueden ser pruebas de un posible delito. Estoy muy tranquila. Cristina eligió una estrategia de ir al ataque y me demandó para tratar de sacarme plata. Ella está procesada y denunció hasta a un juez (Claudio Bonadio). A veces, me piden que brinde explicaciones por las denuncias que presenté, pero en realidad la que está imputada es ella, no yo.

–Según su criterio, ¿cuáles son las causas en las que Cristina estaría más comprometida?

–Sin dudas, Hotesur y Los Sauces. Hice denuncias sobre estos temas, sobre la base de documentos de la propia declaración patrimonial de la expresidenta. Son dos sociedades absolutamente truchas. Por ejemplo, en Los Sauces los únicos clientes son Lázaro Báez y Cristóbal López. Ella ha dicho que tiene todo declarado. Que estén declarados esos bienes no significa que sean legales. Hay que investigar el origen de la obtención de estos bienes. Yo hago una advertencia a los medios de comunicación y también a la sociedad. Por ahí noto que algunos se entretienen con el tema del convento, de las monjitas. Esa causa es central, porque José López no era un funcionario cualquiera. Era uno de los principales cajeros de la estructura corrupta que armó Néstor Kirchner y que Cristina no desmanteló. El episodio López es fundamental y no se debería tomar como una novela de la tarde en su tratamiento.

–¿Cree en estos jueces que cajonearon muchas causas?

–Tengo expectativas positivas por varias razones. Evidentemente, hubo muchos jueces cómplices con el kirchnerismo en el poder. Le garantizaron impunidad durante más de una década. Pero ahora hay algunos elementos nuevos que me llevan a ser optimista acerca de que podemos tener resultados en el Poder Judicial. Hay arrepentidos que ahora aportan datos como (Leonardo) Fariña, cuando antes no lo hacían. Están los hechos escandalosos y desopilantes, como José López, que fue encontrado con nueve millones de dólares, o el hijo de Báez contando millones de dólares en una financiera. También, las cajas de seguridad de Florencia Kirchner rebalsando de dólares. Pero, además, están todos los informes que produce el propio Gobierno, que ayudan a los jueces. Es decir, hay un contexto muy favorable que colabora para que tengamos resultados judiciales. Otra cuestión muy importante es que ahora hay una sociedad que reclama. Es muy positivo que la gente demande y presione para que la Justicia funcione.

–¿Será candidata a senadora en la provincia de Buenos Aires?

–Sinceramente, hoy no estoy pensando en las elecciones legislativas del año próximo. Mire, la gente votó cinco veces el año pasado y ahora no podemos estar pensando en candidaturas, cuando recién van siete meses de esta nueva gestión. Creo que este año es para trabajar en todos los niveles y no pensar en las urnas. Nuestro partido, el GEN, no tomará ninguna decisión electoral hasta marzo del año que viene, y trabajaremos en el Congreso para tratar los problemas de la gente.

–¿Le ve futuro político al kirchnerismo?

–El kirchnerismo es una expresión del peronismo, y el peronismo tiene una gran capacidad para reciclarse. En el justicialismo, no perdonan a los que pierden, por eso creo que el kirchnerismo no tiene futuro político. Pero los peronistas fueron menemistas, duhaldistas, kirchneristas. Ahora, están buscando a un próximo referente.

–¿Y Cristina Fernández tiene futuro en la política nacional?

–Cristina no tiene futuro político, no sólo por las causas judiciales, sino por razones políticas. Hasta su propio partido, que es el PJ, la rechaza. En estos viajes que hace a Capital Federal la esperan los militantes de La Cámpora, pero el peronismo le da la espalda y no la acompaña absolutamente en nada. Esa es la demostración de su pérdida de poder.