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Declarar de Interés Cultural Parlamentario la realización y contenidos de la película documental “Tiempo Muerto” de Baltasar e IvanTokman

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El film en cuestión, relata las vicisitudes de la entonces selección Argentina de Básquet, Campeona Mundial en 1950, durante el Gobierno de Juan D. Perón, cuando la dictadura del 1955, autodenominada “Revolución Libertadora” prohíbe por decreto que dicha selección no vuelva a competir. Durante todo el film se sobrevuela la sombra del uso político del deporte y sus nefastas consecuencias.

PROYECTO DE DECLARACION – 13/06/2012

Expediente Sumario

Declarar de interés de la H. Cámara la realización y contenidos de la película documental «Tiempo Muerto», de Baltazar e Ivan Tokman.

La Cámara de Diputados de la Nación

DECLARA:

1. De interés cultural parlamentario, la realización y contenidos de la película documental «Tiempo Muerto», de Baltazar e Ivan Tokman.

2. Que vería con agrado que el Poder Ejecutivo, a través de la Secretaría de Cultura de la Nación, declare de interés cultural, la realización y contenidos de la película documental «Tiempo Muerto», de Baltazar e Ivan Tokman.

Señor Presidente:

Este proyecto se fundamenta en la necesidad de reconocer nuestro pasado, socavado por dictaduras y persecuciones. Historia, política, deporte, estética. Todo esto es el documental de Baltazar e Ivan Tokman. Los jóvenes cineastas nos presentan un film que cuenta la historia de la restricción política que se produjo después del golpe de Estado de 1955 contra el equipo argentino de básquet, que había sido Campeón del Mundo. Y también muestra de qué manera esa proscripción fue tolerada o invisible para muchos gobiernos que se sucedieron posteriormente.

Un relato basado en una intensa investigación que aporta material fotográfico, fílmico y la presencia de protagonistas de la historia real, devenidos en los más fieles relatores de los hechos. La película desarrolla el crecimiento de ese equipo de básquet y los éxitos obtenidos en el año 1950. Por ese entonces Juan Domingo Perón era el Presidente de la Nación y apoyaba un deporte nacional que hasta ese momento sólo tenía estrellas individuales. Lo social, lo colectivo comenzó a tener valor y el deporte empezó a ser visto como un fenómeno cultural, de unidad nacional y transmisor de identidad.

El equipo de básquet despunta ganando campeonatos y se convierte en un símbolo de la juventud, de la nacionalidad y de esa nueva cultura del deporte. Perón reconoce el esfuerzo amateur y los apoya y promueve. Al ganar el Campeonato Mundial son recibidos en la Casa Rosada. Fotos y regalos son tapa de todos los diarios.

Los jóvenes continúan con sus vidas, no tenían militancia política y vivían de sus trabajos.

Años después, la Revolución Libertadora de 1955, retoma los datos de aquel triunfo y prohíbe por decreto que el equipo de básquet campeón mundial vuelva a jugar. Una prohibición que continuaría de por vida. Además de los campeones mundiales, otros varios deportistas son castigados con una medida de «suspensión» irracional e injusta que ha sido una mancha que durara muchos años en nuestra conciencia nacional.

La película nos muestra el lugar adonde se sigue reuniendo desde hace 60 años, el equipo proscripto. Aún cuando no pudieron jugar nunca más, nadie pudo impedir que recordaran empecinadamente cada miércoles su historia. Muestran sus fotos, las notas, los momentos de gran felicidad, cartas de amor a sus novias, y también las citaciones de los militares, todo prolijamente guardado.

Lo grave de aquella sanción, fue su permanencia en el tiempo. Muchos años y solo nuevas conquistas deportivas, han corrido aquel velo que pretendió ocultar, pero que nunca logró hacer olvidar. Los protagonistas son los grandes testigos vivientes de la historia y son también el llamador de las conciencias para los argentinos.

Baltazar e Ivan Tokman demuestran gran sensibilidad cuando recorren con la cámara esos objetos que son parte de sus vidas, y registran cantos y sonidos que acompañaron los momentos de gloria y el largo destierro público de estos deportistas.

Olvidados, alimentaron la memoria en soledad. Para no perder ese relato que esta película multiplicará en las voces que cuentan una historia más de violencia política de nuestro país, que es menester no olvidar para no repetir.

El devenir de las imágenes actuales y de archivo transmiten además el amor de estos hombres por el deporte y ninguna expresión de venganza, sólo el dolor de los años perdidos en una prohibición inútil para ellos y para la Argentina, nuestro país que recién 40 años después de la sanción pudo volver a formar un equipo de básquet ganador.

Durante todo el film se sobrevuela la sombra del uso político del deporte y sus nefastas consecuencias.

Y la escena final: la vida, la música, la amistad forjada en el deporte y las sonrisas que parecen decir, «no nos han vencido».

Los cineastas Baltazar e Ivan Tokman sacaron a la luz la historia, le dieron emoción y rigurosidad histórica.

La memoria del equipo de básquet prohibido, tiene ahora también una película. Y éste documento tiene un enorme valor histórico y cultural que debe ser reconocido por las instituciones políticas democrática. Así es como lo proponemos, para que la realización y contenidos de la Película «Tiempo Muerto» sea declarada de interés cultural para esta Honorable Cámara de Diputados de la Nación; y también para que desde aquí se solicite similar declaración a la Secretaría de Cultura de la Nación.