Tanto hemos hecho en estos meses que parece que hubiera pasado mucho más tiempo. Pero llegó el día después. El de la reflexión, el reposo y también la planificación (anticipada, por cierto) de los pasos futuros.
El Gobierno, tanto provincial como nacional, ha sido ampliamente legitimado aún en la gestión, sobre la que hemos sostenido una crítica fundada que no ha sido receptada por la ciudadanía.
Puedo decir con mucha tranquilidad que hemos tomado las decisiones más correctas en un contexto desfavorable, complejo, enredado. Iniciamos un camino que nos pone en el mejor lugar de la política, el de creadores, constructores de una nueva alternativa política y de una nueva esperanza para la Argentina. Estoy convencida que éste es el sentimiento que hoy comparten millones de compatriotas, de los que nos votaron y también de muchos que no lo hicieron.
Esas decisiones fueron además el resultado de nuestras convicciones profundas y de nuestro debate democrático, hacia el interior del Partido GEN. Así, hemos conformado un Frente con quienes vienen de otras historias sociales y partidarias, y logramos cohesionar una opción política y electoral que, especialmente en los dos últimos meses, logró un importante apoyo.
Finalmente, hemos hecho durante esta campaña, todo lo que estaba a nuestro alcance para llegar con un mensaje y una propuesta clara a la sociedad, conscientes de la necesidad de nuestra existencia. Hicimos gestos simbólicos y actividades múltiples, con la alegría y la pasión que siempre debe tener la militancia.
Y alcanzamos un resultado parcialmente satisfactorio, que nos abre un horizonte de mejores posibilidades sobre las que habrá que trabajar seria, responsable y pacientemente. Haber ingresado cuadros en los Concejos Deliberantes, haber mantenido legisladores y haber conquistado por primera vez un lugar en el Senado de la Nación, para Jaime Linares, son resultados que nos reconfortan en esta trayectoria.
Claro que es difícil compensar el desaliento que nos producen las pérdidas territoriales. Pero aún en esos lugares, todos compartimos que las causas de las derrotas (sin pretender eludir las propias) forman parte de un contexto social poco dispuesto a escuchar un discurso opositor. Nuestro sentimiento es vigoroso frente a los desafíos que se nos vienen, que son muchos. La fortaleza de nuestro Partido volverá a ser el debate, la unidad, la mirada de mediano plazo y la ratificación del rumbo iniciado.
La enorme cantidad de votos obtenidos por el oficialismo, no logra disimular sus responsabilidades en el deterioro institucional, social y moral. Respetuosos de la voluntad popular no podemos, sin embargo, desconocer y repudiar de manera categórica el mantenimiento y la profundización de prácticas poco democráticas en la competencia electoral, especialmente las que están vinculadas con la dádiva, el clientelismo y la ruptura de las condiciones de equidad entre quienes compiten, sumado a lo que hemos reiterado en estos meses y que es el vaciamiento de la política en una campaña electoral en la que no se proponían opciones o programas de gobierno, sino que se compulsaban estrategias de publicidad como si los candidatos fueran un producto del comercio.
En fin, solo quiero compartir el análisis de estas situaciones, pero no quedarnos simplemente en ellas, sino convocarlos a un debate bueno, profundo y oportuno, saliendo de la simplificación de lo ocurrido para embarcarnos con convicción y fortaleza en la previsión de los tiempos que vendrán.
Me siento orgullosa de este partido, de sus integrantes, de nuestros resultados y de nuestra política de alianzas. Nuestra participación será fundamental en el armado de un nuevo sistema político de cara hacia el futuro, que tenga la capacidad de reemplazar lo que se va yendo y que tenga el mérito para constituirse por la vía de la representación popular, en un auténtico proyecto de mayorías.
Hoy más que nunca, aquellas reivindicaciones que hicimos en el acto fundacional de nuestro partido, deben volver a iluminar nuestro camino: lo político, lo organizacional, lo frentista, lo programático y lo ético.Solo me resta, por hoy, en el día siguiente, decirles con el corazón: Muchas gracias!!Marga «Solo es capaz de realizar los sueños el que, cuando llega la hora, sabe estar despierto.»