Para la líder del GEN Margarita Stolbizer, la ex presidenta debería ser inhabilitada de por vida para ejercer cargos públicos. Evita hablar de alianzas, pero reconoce que el aislamiento perjudica.
Margarita Stolbizer, la principal denunciante en las causas en la que se investiga, entre otros, el delito de lavado de dinero en las que están involucrados Cristina Fernández y los empresarios K, asegura que a través del alquiler de inmuebles y de camas de hoteles, propiedad de la familia Kirchner, Lázaro Báez y Cristóbal López “devolvieron” favores por haberse quedado con buena parte de la obra pública y con negocios varios.
–¿Considera probados los lazos económicos entre la ex presidenta, Báez y López?
–Absolutamente probados. Especialmente con Lázaro Báez, con quien han tenido negocios en común. Primero, Néstor; y luego, Cristina. Tienen propiedades y sociedades. Pero el origen de los delitos, también comprobado y documentado, es que ambos empresarios, que han sido beneficiados con decisiones del gobierno, les han pagado sumas millonarias como alquileres que, a mi juicio, encubren el retorno de favores.
–¿Qué chances hay de que Cristina Fernández termine presa por las causas Hotesur y Los Sauces SA?
–Hay que intentar que no nos atrape la ansiedad y nos desvíe la atención. Lo importante es la investigación, el esclarecimiento sobre la comisión de los delitos, las responsabilidades; que se determine su culpabilidad. Es un proceso lento y complejo. Para mí, son varios delitos y podría haber un concurso o incluso una asociación ilícita con otras personas y eso agravaría la situación. Respecto del tema de la prisión, el Código Penal establece distintas penas, no sólo la prisión. Sería importante que se la condene a inhabilitación perpetua para ocupar cargos públicos. Falta mucho para llegar a una condena. Antes puede haber una preventiva, pero sólo si el juez estima la necesidad fundada en la gravedad, peligrosidad o riesgo de que intente obstruir la investigación. Conviene esperar.
–El kirchnerismo la denunció a usted por “tráfico de datos”. ¿Recibió información de la Afip para efectuar sus denuncias?
–Nunca. Ni siquiera conozco al funcionario al que acusan. Mis denuncias se basan todas en documentación pública, oficial, declaraciones juradas, sociedades.
–Hay dirigentes del Pro que dicen: “Margarita termina con nosotros o con Massa”, refiriéndose a las elecciones legislativas de 2017. ¿Esas son sus dos opciones?
–No estoy pensando en la elección del año que viene. Me ha costado recuperarme del mal resultado del año pasado a raíz de la fuerte polarización. Hay que esperar a ver cómo sigue el Gobierno. Lo que creo es que debemos abandonar una estrategia de aislamiento que no nos ha dejado bien parados. Pero falta mucho por recorrer. Y será una discusión en el marco de nuestro Partido y de las diferentes realidades provinciales.
–¿Cuál es su vínculo con Massa? ¿Se siente una aliada?
–Tengo una buena relación personal y de coincidencias políticas, en la lectura sobre el escenario y el amplio espacio de quienes votaron a Cambiemos, pero que hoy están dispuestos a mirar algo más. Y también nos piden controlar y poner límites al Gobierno sin pasarnos a la oposición kirchnerista o cristinista. Somos aliados en muchos temas que hacen a la defensa de intereses sociales, los trabajadores y los jubilados, la lucha contra la inflación.
–¿Qué análisis hace del Gobierno macrista?
–El Gobierno de Macri enfrenta situaciones complicadas no generadas, sino heredadas. Pero también ha tenido errores propios, como la intención de nombrar por decreto miembros en la Corte Suprema. Y también ha llevado adelante medidas que no comparto, como la quita de retenciones a las multinacionales megamineras. El Gobierno y el Gabinete tienen luces y sombras. Dependen demasiado de las encuestas y el marketing, y yo discrepo de su agenda de prioridades. No defienden a los trabajadores, a los jubilados, y no tienen un plan anti inflación que impida que los ingresos sigan perdiendo su valor, lo que perjudica a todos los sectores y también dificulta la inversión y la producción. Lo más positivo es el cambio de clima, el respeto a la diversidad, el diálogo, compartir y cooperar, no creerse dueños de la verdad, reconocer errores. Esto marca que estamos en un mejor camino.
–El desempeño de los candidatos provinciales del GEN fue magro en 2015 en Córdoba. ¿Cómo se trabaja para revertir esa situación de cara a las legislativas de 2017?
–En general, los resultados electorales del GEN en la elección del año pasado fueron malos en todos lados, incluso en provincia de Buenos Aires, donde siempre habíamos tenido nuestra fortaleza. Por eso, hay que tener una mirada y un análisis de conjunto. Porque fue general la respuesta de una sociedad que tuvo como prioridad eliminar el riesgo de continuidad del kirchnerismo en cualquiera de sus versiones. También, para otros, el riesgo podía ser Macri. Y terminamos entrampados en esa lógica. No nos arrepentimos. ¿Cómo recuperarnos? Es casi como empezar de nuevo: militar, escuchar y llevar nuestras ideas, recorrer, estar con la gente. Este año trabajamos mucho nuestra identidad y nuestras posiciones programáticas. El año próximo, hablaremos de cuestiones electorales.
–¿Descarta, a nivel provincial, llegar a algún acuerdo con Cambiemos? ¿O eso está supeditado a su estrategia a nivel nacional?
–Las estrategias electorales se decidirán en el nivel de las provincias, pero se discutirán en el marco de una coherencia nacional respecto de nuestra identidad y nuestro proyecto. Pero será el año que viene.
–¿Quiénes son sus referentes en Córdoba?
–Miguel Ortiz Pellegrini es miembro de nuestra mesa nacional y uno de los apoyos principales que he tenido en todos estos años para llevar adelante un proyecto federal y presidencial. Y Fernando Machado es el principal referente provincial. Pero junto a ellos hay una gran cantidad de personas, militantes de los diferentes pueblos, muchos jóvenes, que conforman nuestro partido en Córdoba.