No hay democracia real sin un estado presente. Porque la democracia es votar, es tener instituciones fuertes es tener un techo para vivir, con agua potable, con cloacas, con seguridad, con más y mejores rutas y trenes. Para vivir mejor, tenemos que terminar con el estado para el clientelismo, los militantes propios y los negocios para los empresarios amigos.
A. Jerarquización y profesionalización del empleo en la administración pública nacional y refuerzo al sentido de la carrera.
B. Revisión de la contratación de personal de la administración pública que se haya realizado a través de mecanismos extraordinarios o por fuera de lo establecido en la propia ley y los procedimientos reglamentarios.
C. Impulso de un sistema de meritocracia para el ingreso a la administración pública nacional. Instalación de mecanismos de promoción en la función pública basados en la idoneidad a través de concursos.
D. Establecimiento de un régimen general de contrataciones, simplificando la operatoria y reduciendo la duración de trámites, incorporando el uso de nuevas tecnologías.
E. El estado tiene que construir nuevas capacidades para desarrollar miradas interdisciplinarias e intersectoriales. Se requiere de una Jefatura de Gabinete de Ministros con real capacidad de articulación y vinculación entre los ministerios. Por ello, es muy importante que todos los ministerios e incluso organismos descentralizados tengan la misma división administrativa del territorio a la vez que conviene una división regional homogénea que facilite el dialogo con las provincias y los actores del territorio.
F. Reducción de las diversas categorías de empleo público existentes a fin de unificarlas bajo un mismo régimen que garantice condiciones de igualdad dentro de la administración pública.
G. Revisión integral de la normativa que regula el funcionamiento de la administración pública.