30/09/2016.
Margarita Stolbizer (Partido GEN, Interbloque PROGRESISTAS) es Presidenta de Parlamentarians for Global Action (PGA), una prestigiosa organización mundial que nuclea a más de 1200 parlamentarios de 160 países del mundo desde hace más de 30 años. Los programas de acción de los legisladores son: Derecho Internacional y Derechos Humanos; Paz y Democracia; Género e Igualdad.
Desde antes de la sanción del Estatuto de Roma en 1997 para la creación de la Corte Penal Internacional, PGA trabaja en favor de una justicia universal para el enjuiciamiento de los crímenes internacionales que lesionan los derechos humanos: genocidio, crímenes de lesa humanidad, de guerra y agresión. El pasado miércoles la sesión de Diputados dio media sanción a las Enmiendas de Kampala para introducir las normas referidas al crimen de agresión. Ello fue a instancias del grupo nacional de PGA en consonancia con la tarea internacional de la organización.
También esta semana PGA realizó en Montevideo, Uruguay un Seminario Parlamentario que contó con el auspicio de la Intendencia local y del Comité de la Cruz Roja Internacional.
Stolbizer estuvo a cargo del cierre del encuentro y convocó a los parlamentarios de los países de la región (además de Argentina y Uruguay, Chile, Paraguay, Brasil, Bolivia, Colombia, Venezuela, Costa Rica, República Dominicana) a seguir trabajando para fortalecer a la Corte Penal Internacional que actúa como disuasorio de la repetición de los crímenes de lesa humanidad y para instalar una nueva conciencia sobre la vigencia de los derechos humanos y la protección y derechos de las víctimas. «En nuestra región hemos sufrido demasiado las dictaduras militares y las crueles prácticas de violación de los derechos de las personas. Por eso es importante trabajar para que nunca más vuelva a ocurrir y que los criminales sepan que siempre y en todo lugar, serán perseguidos por una justicia penal universal para que esos delitos no queden impunes.»
También la legisladora y presidenta de la PGA reivindicó el papel de la Argentina desde la democracia, sin olvidar que el Canciller Saavedra Lamas obtuvo el Premio Nobel de la Paz luego de proponer el primer acuerdo antibélico para el continente en 1933 y que fuera base para la conformación de los tribunales que investigaron y castigaron los crímenes cometidos durante la Segunda Guerra Mundial.
«Desde la recuperación democrática, el presidente Raúl Alfonsin fue el gran inspirador para que Argentina fijara una política de estado en defensa de los derechos humanos y de lucha contra la impunidad, que se ha mantenido inalterable hasta el presente con relación a la justicia universal hasta nuestros días. La primera medida luego de la salida de la dictadura fue declarar la nulidad de la ley de autoamnistía que habían sancionado los militares, la conformación de la CONADEP (Comisión Nacional de Personas Desaparecidas) y el histórico juicio a las Juntas Militares. Luego Menem designó a su ministro que tuvo una activa participación en el proceso para la aprobación del Estatuto que crearía la Corte Penal Internacional. De la Rúa conformó el grupo de expertos para terminar con la ratificación de dicho estatuto. Duhalde conformó otro grupo para la tarea técnica de la implementación que se aprobó durante las gestiones de los Kirchner. Y recientemente, ya en presidencia Macri se viene impulsando la aprobación de las Enmiendas de Kampala sobre crimen de guerra y crimen de agresión. De este modo, Argentina ha demostrado frente al mundo que las políticas de estado se consensuan entre quienes piensan diferente y se sostienen a lo largo de los tiempos. Y cuando eso ocurre, esas políticas contribuyen a darle identidad a la Nación.»