La represión en Formosa es muestra de la intolerancia que viene llevando a la violación de los derechos humanos en la provincia, con un gobierno nacional que ha dado la espalda a todos los reclamos que se le han hecho.
Ninguna protesta justifica una represión, mucho menos con la brutalidad que lo ha hecho la policía formoseña, y menos todavía cuando el reclamo es para defender el trabajo en momentos en que la pobreza se agiganta como consecuencia de la pandemia y la cuarentena.
Formosa es el ejemplo extremo del feudalismo en Argentina. Necesita manejar todo, empobrece a los propios y en su ejemplo más dramático no los dejan ni siquiera salir de sus casas.
Preocupa especialmente la violencia desatada contra mujeres y niños, que muestra la peor cara de la fuerza policial que está bajo las órdenes del gobernador Insfrán. Han vuelto peores, cada vez más lejos del diálogo que prometieron, incapaces de resolver los problemas y dispuestos a reprimir protestas populares.
Presidenta, Margarita Stolbizer
Secretario General, Sergio Abrevaya