En un rato estaré viajando a La Plata para participar junto a los Diputados Nacionales del FAP de la Provincia de Buenos Aires y los representantes gremiales de la Asociación Judicial Bonaerense, de una reunión con el Presidente de la Suprema Corte de Justicia.
Pedimos esta reunión días pasados, preocupados doblemente por lo que viene ocurriendo con nuestro sistema de Justicia.
Desde hace años, los trabajadores de la Justicia provincial vienen reclamando por la llamada Ley de Enganche Porcentual, derecho que les había sido arrebatado.
Marchas y contramarchas durante varios años, promesas incumplidas, comisiones y dictámenes que nadie acata y reiteradas frustraciones en los intentos de impulsar la ley. Esta situación ha puesto a los trabajadores del sector en una obligada situación de protesta, con cese de actividades y las consecuencias lógicas y traumáticas que estas medidas siempre traen, pero especialmente cuando lo que se ha paralizado es la administración de la Justicia.
La situación nos pone una vez mas frente a la evidencia de algo que se repite en los últimos años y de lo que parece nadie quiere hacerse cargo. Esas evidencias son, por un lado, la desproteccion de los derechos de los trabajadores, a los que se expulsa a la protesta que luego se pretende acallar. Y por otro lado, la grave situación de la justicia que pone al desamparo a todos los bonaerenses en el reclamo y la defensa de todos sus derechos.Ante esta doble evidencia lo que surge claramente es el abandono del estado. Cuando lo que está en juego son los intereses de los sectores más pobres y más vulnerables (los otros tienen siempre como llamar la ATENCION logrando se que ocupen de ellos) eso no figura en la agenda de prioridades de los gobiernos.
Encima, la provincia aparece hoy atrapada por una violenta interna entre el Gobernador y su Vice (el que le puso Cristina Kirchner hace solo algunos meses). Al gobernador solo le preocupan sus cuestiones de imagen, la contratación de artistas amigos para mostrar siempre ese clima irreal y festivo. Al Vice sólo responder a los mandos superiores como el mejor alumno para socavar el poder del único peronista que hoy está en condiciones de suceder a la señora.
Difícil situación. No es distinta de lo que ocurre en la NACION, con un gobierno que ni siquiera cumple los fallos de la Corte y persiste en la negación de elementales derechos de los trabajadores, hasta cuestionar ahora el derecho de huelga. Si, un gobierno peronista que se anima a romper su alianza histórica con los sectores populares para cerrar su alianza con los grupos de poder económico, minería, juego y medios, traicionando la génesis histórica del movimiento obrero.
Bueno, no pensaba escribir con mis enojos. Prefiero fruncir el ceño por los reflejos del sol de la mañana y no por la hipocresía del relato oficialista.
Bien, con este ánimo salgo a la calle esta mañana. Lo importante es encontrar cada día esa utopía del cambio que nos hace caminar.