En Argentina se produce casi un femicidio por día. La clandestinidad del aborto es la principal causa de mortalidad materna. Mujeres y niñas son las principales víctimas de la trata de personas con fines de explotación sexual.
En el ámbito laboral las mujeres detentan los peores índices de empleo y ganan el 30% menos que los varones.
El trabajo del hogar y de cuidados, que recae mayoritariamente sobre ellas, equivale a un 20% del PBI, no es socialmente reconocido.
La discriminación y la desigualdad de género son la base de las violencias machistas. El desafío es provocar un cambio cultural en lo laboral, en la educación, en el acceso a la justicia y a la salud, para que los derechos humanos de las mujeres no sean meramente declarativos.
Por este motivo, exigimos el urgente tratamiento de nuestras propuestas:
- Legalización de la Interrupción Voluntaria del Embarazo.
- Declaración de la Emergencia Pública en materia social por Violencia de Género.
- Paridad de Género en la Participación Política, estableciendo que las listas que se presenten deberán integrarse por sexo de manera intercalada de uno en uno.
- Ampliación del régimen de licencias laborales que corresponden a madres y padres (progenitores y adoptantes) para asumir en conjunto las responsabilidades familiares y de cuidado, garantizando el interés superior de niños y niñas para una atención adecuada durante su primera infancia.
- Creación de Centros de Desarrollo Integral Infantil, Lactarios y Bancos de Leche Materna para garantizar servicios e infraestructura de cuidado de las personas menores de cuatro años en establecimientos laborales.
- Actualización de las cuotas alimentarias para paliar el efecto de la inflación.
- Régimen de Reparación Económica para niños, niñas y adolescentes víctimas colaterales del femicidio, a fin de asegurar su bienestar físico y psíquico y de las personas que cuidan de ellos,
fortaleciendo el rol del Estado en la prevención de la violencia contra las mujeres, la discriminación y consolidación de la igualdad real entre mujeres y varones. - Privación de la responsabilidad parental en casos de femicidio.
- Evaluación de las aptitudes psicosociales para la adquisición, tenencia y portación de armas de fuego y otros materiales controlados a fin de extremar los recaudos y controles para el acceso ciudadano a las armas, reducir la presencia de armas en los hogares y así prevenir la violencia social, intrafamiliar y de género.
- Incorporación de medidas tendientes a la humanización de los procedimientos judiciales en los casos en que se investiguen delitos contra la integridad sexual, garantizando el respeto y la protección integral de las víctimas.
La internacionalización de la lucha de las mujeres devela una estructura de poder y dominación a escala global. Este Paro Internacional de Mujeres nos interpela a movilizarnos colectivamente.