Margarita Stolbizer presidenta del bloque de diputados del GEN, participa de la 131° Asamblea Unión interparlamentaria que se realiza en Ginebra. Esta mañana estuvo en la reunión de la ONU sobre drogas, luego hablo en la asamblea general. El domingo dio un discurso sobre Igualdad de Género y sobre la violencia contra las mujeres.
Respecto a su participación en la reunión de esta mañana sobre el problema de las drogas, Stolbizer expresó que las estrategias llevadas a cabo hasta ahora en esta materia han fracasado. “Hay que atacar el negocio económico. Terminar con cuevas financieras para esconder la plata de narcos y leyes nacionales de blanqueo. Si los narcotraficantes pueden libremente disponer de su dinero y los países facilitan sus inversiones, no hay guerra al negocio de la droga. También por el lado de la política, el avance de la droga ha sido producto de complicidades en organismos y funcionarios públicos. El compromiso debe ser transparentar el financiamiento de la política y auditar el ejercicio de funciones públicas, policiales y judiciales”.
El domingo y lunes, la Asamblea abordó la cuestión de género y de violencia contra las mujeres. Stolbizer dio un discurso, en el que sostuvo que el femicidio es la consecuencia de la falta de atención oportuna y eficaz de las señales de violencia, muchas veces por la falta de capacitación de los efectores que las reciben en ámbitos administrativos, judiciales y policiales.
La diputada dio cuenta del informe de la organización La Casa del Encuentro, que arroja datos tales como que una mujer muere cada 30 horas por violencia de género. “Es necesario, reaccionar, capacitar para poner freno”.
También se refirió a que Argentina cumplirá el año próximo 20 años de su ley de cupos, que impuso un mínimo del 30% para diferente sexo, con una buena reglamentación que dispone cada dos del mismo sexo, uno de otro, en las listas que deben presentar los partidos políticos de manera obligatoria.
“La discusión es de poder, como empoderar a las mujeres para mejorar su condición. Y por eso el cupo no puede ser un techo sino un piso para alcanzar representación igualitaria. Y no puede ser un fin en sí mismo, sino un instrumento para que las mujeres que llegamos a lugares de representación y decisión, ayudemos a cambiar la situación de otras que no llegan o no tienen voz”.