Fuente Diario La Capital de Mar del Plata
La diputada nacional y presidenta del GEN, Margarita Stolbizer, sostiene que el rol de la oposición frente al actual contexto de “tensión” política en el Gobierno nacional debe ser “acompañar al Poder Judicial para que trabaje con independencia” pero “sin tener injerencia” en una eventual sentencia a la vicepresidenta Cristina Kirchner. El rol de Juntos, consideró, debe ser “prepararse para ganar las elecciones y no fracasar como gobierno”, aunque para eso “tiene que definir para qué queremos gobernar”.
Stolbizer vino a Mar del Plata a ver el partido de la Selección Argentina de Básquet frente a Bahamas y a alentar especialmente por Nicolás Laprovitola, su hijo basquetbolista y padre de su única nieta, con quienes se reencontró en la ciudad, compartieron tiempo juntos y fueron a cenar a un reconocido restaurante de pescados y mariscos en el Puerto.
En su visita, le brindó una entrevista a LA CAPITAL y no se guardó nada. Habló del “fracaso” del gobierno de Macri, de los desafíos de Juntos, su simpatía por Facundo Manes, su valoración de Horacio Rodríguez Larreta, de la imagen “deteriorada” de Alberto Fernández, el juicio que tiene en la mira a Cristina Kirchner y de su ex aliado Sergio Massa.
-¿Cómo analiza el actual escenario político?
-Ya veníamos con un gobierno muy debilitado. Argentina es un país presidencialista, pero hemos ido perdiendo eso. Tenemos un Presidente con una figura muy debilitada, deteriorada. Está desdibujado, ni siquiera ha podido mantener los ministros que quería. Sumado a eso, los ataques de la propia vicepresidenta fueron haciéndole perder autoridad presidencial.
-¿Qué opina de la reacción que se generó tras el pedido de condena del fiscal Luciani?
-Este juicio por corrupción es solamente por la causa de Vialidad, que está totalmente probada. Luciani cumple con su deber, está en el proceso para acusar, es su rol. Y acusa porque tiene todas las pruebas. Esa acusación debió haber pasado como un trámite más. Y la vicepresidenta, como imputada, debió haber esperado el turno de sus defensores para hacer el acto procesal que corresponde y esperar una sentencia. En cambio hizo un stand up, con incitaciones a la violencia. En vez de ejercer su defensa, ella prende su ventilador y empieza a ser la fiscal de otras personas, otras causas y otros hechos. Embarra toda la cancha y todo lo que se generó estos días nos ha puesto en un clima muy violento, demasiado tenso, que distrae la atención de los problemas reales, pero al mismo tiempo tiene su impacto.
-¿Dice que la tensión política repercute en la situación económica?
-Los problemas del país real son la inflación que no cede, la pobreza, la educación muy deteriorada. Argentina arrastra problemáticas muy fuertes. No puede ser que esté el país entero atrás de a las cosas que a la vicepresidenta la enferman, que son sus causas judiciales. Se está perdiendo el valor del salario real y la jubilación. El principal temor de la gente es que no le alcanza la plata para comprar lo que compraba hace una semana. Nadie sabe dónde va a ir a parar. Y con un gobierno sin rumbo ni autoridad, ¿Cómo vamos a estar dentro de un año? Pero si en vez de certezas agregan este clima hostil y brutal en lugar de transmitir tranquilidad… la esposa de Kirchner es la jefa de la coalición que gobierna y la vicepresidenta. Entonces, señora, llámese un poco a la tranquilidad. Deje sus problemas personales de lado y pónganse a gobernar.
-¿Qué opina de la actitud del Presidente ante estas circunstancias?
-Tremendamente reprochable. Está totalmente desdibujado y de la peor manera intenta volver al escenario. No me puedo explicar cómo su equipo de comunicación lo asesora para que se presente en un programa de televisión (TN), sabiendo que si lo sacan del libreto mete la pata y es capaz de decir cualquier cosa. Lo someten a una entrevista donde los periodistas no lo ponen en ninguna incomodidad, se embarra solo y termina diciendo bestialidades, como que la acusación del fiscal es una persecución judicial, una injerencia sobre el Poder Judicial que afecta su independencia y viola la Constitución. Pero además, otra atrocidad fue comparar el tema de Nisman con el fiscal Luciani. Al menos por su responsabilidad, no puede hacer semejante comparación. Es tremendamente grave.
-Después de eso, Juntos impulsó un pedido de juicio político, ¿estuvo de acuerdo?
-Sí, desde Juntos hicimos una presentación para pedir un juicio político, pero sabemos que no tiene viabilidad porque no tenemos el número de votos para avanzar.
-Entonces, ¿fue solo una expresión política?
-Sí… lo que hicimos fue advertir sobre la gravedad de lo que el Presidente dijo. Sabemos lo que significa pedir un juicio político. Pero tiene que servir también para darle fuerza a los que están investigando, marcar que estamos mirando lo que está sucediendo, que no pasa inadvertido.
“Hay que reconocer que entre 2015 y 2019 no se hicieron todas las cosas bien. Esa es una de las principales diferencias que tenemos con algunos del PRO”.
-Compartió años atrás un proyecto político con Sergio Massa (1País), ¿Cómo vio su designación como superministro en este Gobierno?
-La designación de Massa termina de debilitar al Presidente. Argentina debería fortalecer la figura de su Presidente y no seguir debilitándolo. Pero Massa no es alguien que estaba estudiando en el exterior, lo convocan y viene. Cambió de sillón. Y tenía un sillón no menos importante. Como presidente de la Cámara de Diputados estaba en la línea sucesoria presidencial. Massa es responsable del desastre que han hecho de este país en estos casi tres años de gobierno, ha formado parte de ese trípode de decisiones. Los desastres que se han hecho son obra de Alberto, Cristina y Massa. Entonces, ¿por qué pensar que porque cambió de sillón ahora va a resolver las cosas? Massa tiene capacidades, pero el contexto que él mismo hizo generar como parte del gobierno es muy difícil de revertir. Fue una sorpresa, no que sea ministro, sino que en 2019 decidiese acompañar ese proyecto. El Massa que yo conocí es el que decía que los iba a meter presos, no éste.
-¿Cuál es o debería ser el rol de Juntos frente a este escenario?
-Juntos no tiene ni debería tener demasiado rol en todo esto. Tenemos que acompañar al Poder Judicial para que funcione con toda la independencia. Lo que hicimos fue presentar en el Congreso ese pedido de juicio político que está bien desde el lugar de plantar una advertencia. Pero no es nuestro rol tener ningún tipo de injerencia, porque ir más allá nos pone en un lugar que no debemos tener.
-¿Cree que la coalición saca provecho de esta situación?
-La coalición tiene que prepararse para ganar elecciones y no fracasar en el gobierno. Nosotros tenemos que armar un buen programa de gobierno y sellar nuestra unidad en un programa. No importa quiénes ganen las PASO. Lo que importa es que el que pierda no se vaya a su casa, que sea un jefe de gabinete, un ministro, que todos en conjunto puedan trabajar para dar respuestas. Algunos tienen que juntar votos, otros buscar soluciones a los problemas. No se puede aspirar a gobernar sin saber qué vamos a hacer con la inflación, con la inseguridad, con la pobreza…
-¿Da por hecho que habrá PASO en Juntos?
-Sí, va a haber una PASO. Y no me preocupa que haya muchos candidatos, al contrario, eso es una demostración de la fortaleza de la coalición. Y la PASO resuelve quién es el que llega. Lo importante es que todos los demás formen parte del mismo equipo.
-Habla de un proyecto unificado, ¿Qué diferencias tendría con el del gobierno de Macri?
-Hay que reconocer que entre 2015 y 2019 no se hicieron todas las cosas bien. Esa es una de las principales diferencias que tenemos con algunos del PRO, que creen que no se equivocaron en nada. Las cosas fracasaron en términos económicos e institucionales, pero hubo otras cuestiones que estuvieron muy bien. Hay que aprender de lo que estuvo bien y corregir lo que no fue así.
-Dentro de las figuras presidenciables para el 2023, ¿Está más cerca de Facundo Manes?
-Yo sí. Manes tiene varias cuestiones a su favor. Es una persona preparada, capaz de liderar equipos y está formado profesionalmente. Pero también tiene a su favor el contexto. Hay tan baja credibilidad en la política tradicional, que una persona que viene sin esas trayectorias tradicionales puede aportar una mirada más de sentido común y cercana a la gente. Yo me siento muy cercana a Manes, pero no debe ser en desmedro de otros. Yo respeto muchísimo a Larreta por ejemplo. Ha sido una persona con una muy buena trayectoria. Creo que la Argentina necesita un proyecto más humanista y más progresista como el de Manes, pero Larreta también está en condiciones de gobernar.
-¿A Cristina también la ve candidata en 2023?
-Creo que sí. No sé si como candidata a presidenta o a senadora en la provincia de Buenos Aires. Ella va a buscar preservar sus fueros y eso lo va a conseguir más fácilmente en una candidatura a senadora que con una candidatura a presidenta, pero no descarto nada de parte de ella.
-¿Cuál es su aspiración personal para los próximos años?
-Tengo tres años más como diputada nacional. Ojalá me tocara acompañar un gobierno de Juntos por el Cambio en un lugar ejecutivo. Me encantaría.