Abogada – Política – Diputada Nacional

CARTA ABIERTA DE MARGARITA STOLBIZER A LA PRESIDENTA DE LA NACIÓN

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Margarita Stolbizer
Habiendo usted elegido comunicarse a través de las redes sociales, voy por el mismo camino para mi respuesta, respetando los puntos de análisis que propone.

Confieso que me habría gustado encontrar en usted a una persona al menos sensible y respetuosa que, sin perder la posición propia de su investidura, pudiera alguna vez dirigirse al pueblo como ciudadana, como madre, sin ese tono de superioridad que se ha vuelto despreciable para muchos. Sin embargo, una vez más, tuvo palabras de desprecio hacia la manifestación popular del 18F, olvidando incluso que muchos de ellos compusieron aquella mayoría del 54% que la consagrara en el cargo por segunda vez.

Quiero decirle que no hay mayor tarea destructiva y depredadora de sí misma que la que usted hace cada vez que se para frente al micrófono en cadena nacional (en un abuso que viola lo dispuesto en la ley de medios de comunicación audiovisual) para hacer anuncios o inauguraciones que bien podría hacer un ministro o un director de área. En cada una de esas ocasiones es cuando usted pone más distancia con el pueblo porque, entre otras cosas, habla parada en otra realidad que la que vive el resto.

Comete usted demasiados fallidos que se podrían haber disimulado de otra manera. Podría haber evitado en su carta calificar la libre expresión como un “privilegio”. Tal vez tenga usted demasiado arraigado ese concepto y se le escapó por no revisar el texto.

No tenga duda, Sra. Presidenta, que la palabra y el silencio no tienen dueños en la Argentina. Pero pareciera que nuestro país si los tuviera: los que se apropiaron de nuestras riquezas, de nuestras instituciones y, muchas veces, también de nuestra propia realidad, pretendiendo cambiarla por otra.

DE JUECES Y FISCALES. SON DE OTRO PODER DEL ESTADO, EL JUDICIAL. ¿SE OLVIDÓ?

Eso que usted llama una inédita convocatoria a una marcha fue la reacción natural de quienes, frente a la muerte de un compañero, no encontraron ni un gesto de acompañamiento suyo ni de la propia jefa del cuerpo, la procuradora Gils Carbó, quien demostró que no se encuentra a la altura del cargo que ocupa y debió haberse puesto desde un comienzo a la cabeza de homenajes e investigaciones.

Los jueces y fiscales sólo buscaron reivindicar y homenajear a quien dedicó tantos años a la tarea que a ellos ocupa el día a día. No habría habido marcha (al menos convocada por los fiscales) si esos gestos hubieran existido antes.

No fueron ellos quienes reclamaron justicia, aunque ese fue el pedido más escuchado de los manifestantes. Allí, por supuesto, había un fuerte componente de oposición a su gobierno (en esto coincido con su Secretario). ¿Acaso esperaban ustedes aplausos? Hay quejas, Sra. Presidenta, hay enojos, hay desconcierto después de cada una de sus salidas que nada aclaran y todo empeoran. Hay mucha indignación. Y por supuesto que eso es una expresión de oposición a su gestión que no le quita legitimidad a la manifestación.

Es interesante saber de su propia letra que el Poder Ejecutivo vio, escuchó, filmó y fotografío todo lo que pasaba en la marcha. Sabíamos que los espías de inteligencia se manejan desde hace algunos años para perseguir, extorsionar y carpetear opositores. No en vano implementaron el Proyecto X y sancionaron la ley “antiterrorista”. No habíamos tenido antes una confesión tan explícita, aunque tal vez pueda tranquilizar que esa información le ha llegado en directo a usted y se supone que sabrá qué hacer con ella.

DE MARCHAS Y NÚMEROS. SI SACA CUENTAS, ES PORQUE USTED SABE QUE FUERON MUCHÍSIMOS.

Es bueno que reconozca usted la contundencia numérica de la marcha. Pero debió haber evitado comparaciones inútiles y la sorna en sus apreciaciones. Ha bajado a un lugar impropio. Tiene unos cuantos a su alrededor como para que pueden hacerse cargo de comentarios tan fútiles.

Otra vez la expresión de desprecio a quienes marcharon, pretendiendo que si no eran de suyos, no son populares.

Cuál es el concepto que tiene usted del sentido popular? Le recuerdo que su gobierno dejó en el camino aquellas banderas de la justicia y el ascenso social propias de los movimientos populares.
Si las piezas que le aportaron sus informantes fueran buenas, debería revisar un poco el componente de esa masa de manifestantes: familias que provenían del conurbano, llegando en transporte público (porque esa marcha no tenía micros fletados por la política), jóvenes que no quieren perder ilusiones, estudiantes, trabajadores. Ahí mismo estaba la expresión más cabal de una clase media que no quiere perder como conquista la existencia de una justicia independiente cuando tiene que pelear con el estado.

Es una lástima que usted haya cambiado la visión de “lo popular”, de los obreros y las maestras de Varela o Moreno que estaban el 18F, por los habitantes de Puerto Madero o los ricos que pueden usar sus lujosos hoteles de El Calafate.

EL 18F, BAUTISMO DE FUEGO DEL PARTIDO JUDICIAL. EL ARGUMENTO-PARAGUAS PARA VICTIMIZARSE POR LAS CAUSAS QUE INVESTIGAN A USTED, AL VICEPRESIDENTE Y A SUS TESTAFERROS

Es grave su denuncia del bautismo del Partido Judicial. Ya no hay inocencia en sus palabras, sino una clara intención de descalificar con el agravio usando, una vez más, argumentos falaces. Lo más llamativo es que esa consideración se hace luego de tantos intentos de su propio partido, para cooptar miembros de la justicia para hacer de ellos verdaderos militantes políticos. Claro que consiguieron el objetivo con algunos cuantos. Esa acción fue explícita con el impulso de la reforma al Consejo de la Magistratura para que los jueces formaran parte de las listas partidarias. Un verdadero despropósito sabiamente declarado inconstitucional.

No concuerdo ni con que exista ese partido judicial, ni mucho menos con que ello pueda ser concebido legalmente. Pero lo que a ustedes les parecía razonable con militantes propios no es tanto si los magistrados aparecen compartiendo una marcha con dirigentes opositores. ¿En qué quedamos?

Suena a demasiada casualidad que la descalificación de jueces y fiscales vaya en simultáneo con el avance de causas judiciales que empiezan a golpear a la puerta de su casa, a la puerta del poder. Han gozado de demasiada impunidad. Esto mismo los hizo sentirse cebados, abusando de los lugares a los que accedieron por voluntad popular.

Pueden usar cualquier tipo de argumentos para ensuciar a los que llevan las causas, recusarlos, insultarlos, amenazarlos. Con o sin razón. Pero las causas seguirán existiendo. Porque, y esto es lo más grave: lo que existieron fueron los delitos. No debería estar usted tan preocupada si no hubiera cometido ningún ilícito. Lo grave es que a usted le preocupe una justicia que investiga y no le quite el sueño tener un vicepresidente procesado por corrupción y falsificación. A muchos nos preocupa esa condición y la posibilidad en cualquier momento de tener un vicepresidente preso. A usted parece no molestarle tampoco que estemos en la boca y en las tapas de todo el mundo. A los demás, -los de la mala onda como usted nos suele llamar-, nos preocupa. Porque la corrupción no es inocua para un país. Se paga en pérdida de inversiones y de puestos de trabajo que pagan los sectores más vulnerables. Sería necesario que usted y varios de sus funcionarios pudieran explicar por qué viven como viven y tienen lo que tienen cuando se sabe que los salarios de la administración pública son indignamente bajos en relación, muchas veces, a las responsabilidades que se encomiendan y a las respuestas que se esperan.

Porque viven en mansiones y administran patrimonios imposibles de justificar. Porque se quedaron con la plata de los subsidios que se debían destinar a mantener y arreglar los trenes y por eso provocaron la muerte de 52 personas. Porque se quedaron con los sueños de muchas familias que esperaban su vivienda con el desfalco que produjeron algunos de sus funcionarios, con Shocklender y las Madres a las que no tuvieron reparo en ensuciar y hacer cómplices de sus negocios. Porque Boudou no sólo se quedó con la máquina de fabricar los billetes, mintió, falsificó, gastó y mal-administró, incumpliendo con todos sus deberes, sino que la llevó a usted por el camino de la frivolidad de los trepadores para que nunca más pudiera volver a representar a los pobres. Porque con los negocios, su socio Lázaro Báez (y varios más de los amigos empresarios) se benefició con tanta plata en adjudicaciones de obras que usted (y Néstor Kirchner) le han concedido que tuvo que armar una propia lavadora por donde sacar u ocultar el dinero. Porque el terrible problema del narcotráfico encontró cómplices corruptos para importar efedrina en cantidades exorbitantes, desarmando controles y favoreciendo el tráfico ilegal.

Podría mencionar tantas, muchísimas, pero dejo aquí el relato de las causas judiciales que existen, en las que jueces y fiscales tienen obligación de resolver, de acusar, de investigar, de sancionar. Porque, como dije antes, no creo que exista el partido judicial, pero lo que sí existen son los delitos que ustedes cometieron y las causas donde deben resolverse.

Con respecto a su mención al partido militar, claro que ya no existe, pero también es cierto que sus más encumbrados voceros del presente han quedado subsumidos en los privilegios del poder que su gobierno les ha concedido.

Al final de la dictadura, el Doctor Raúl Alfonsín denunció el pacto militar-sindical. Siempre dejando a salvo los grupos democráticos que existen tanto en las fuerzas armadas como en el movimiento obrero, hoy cabe denunciar la existencia de nuevos pactos que ya no se hacen en torno a la conquista del poder (que juntos detentan) sino que se formalizan alrededor de los negocios. En ese esquema se advierte el enriquecimiento de funcionarios civiles y también del jefe del ejército, el de patrones sindicales devenidos en empresarios, todos reunidos en la persecución de los más débiles o de los más opositores. Porque la perpetuación va de la mano de la búsqueda de riqueza personal, mostrando una enfermiza voracidad para quedarse con lo ajeno.

Estos también tienen una modalidad sofisticada. Se aprovechan, en conjunto, de la voluntad popular como base de la legitimación gubernamental, para hacer negocios. Se aprovechan de las cadenas nacionales, la publicidad oficial, el futbol para todos, para que algunos pocos hagan buenos negocios. Y también articulan con los poderes económicos concentrados que ellos mismos han constituido y manejan desde el poder. Claro, como usted misma dice que estamos frente a un súper-poder por encima de las instituciones surgidas del voto popular. Lástima que usted que debió haber puesto límites, condiciones, ha decidido formar parte de ellos.

Algunos creíamos que Justicia Legítima era una línea interna de lo que hoy usted llama el Partido Judicial. Por eso denunciamos que allí también se manipulan designaciones y asignación de causas. Por suerte algunos lograron sortear presiones y se animan, con coraje a procesar, citar a indagatoria, a disponer medidas, a investigar. Sería lamentable que ustedes hubieran podido cooptar a toda la justicia con magistrados que cajonean causas de corrupción, dilatan citaciones, se arrodillan frente al poder y les rinden cuentas.

Es una vergüenza que la Procuradora haya cambiado el reglamento para los concursos para ponerse a sí misma presidiendo la decisión, terminando con los sorteos de los evaluadores, y eliminando calificación con criterios objetivos para poner otros de semejante subjetividad que siempre terminan con los amigos de la “justicia legítima” ocupando los cargos más sensibles. Así resulta Gonella como comodín, o los elegidos en medio de las irregularidades denunciadas en el Concurso 102, o peor aún, la designación de otro “todoterreno” el fiscal Juan Murray (que me procesó junto a otros por las manifestaciones a favor del campo en el 2009 y fue llevado a Santa Fe a hacer trabajo sucio para embarrar el terreno de los opositores) ahora designado nada menos que a cargo de la causa de la AMIA.

Llama la atención la metodología de escrache usada contra los funcionarios judiciales, una vez más, impropia no sólo de su investidura, sino de las reglas del estado de derecho en donde cada cual debe ante todo, respetar la independencia de los poderes. Ha ido perdiendo convicciones democráticas y sus salidas van poniendo en evidencia una concepción de ejercicio del poder que raya en el límite del autoritarismo, la intolerancia y la idea monárquica de un poder absoluto.

No podría entenderse de otra manera, el desconocimiento de estas normas, la obligación para todos (y todas) de cumplir leyes y fallos de la justicia. No está la Presidenta de la Nación por encima ni al margen de las instituciones. No es un partido el que pone límites a los abusos. Es la justicia, que debe funcionar para nuestra Constitución, con absoluta independencia respecto de los demás poderes. Esta no es una garantía de los jueces, sino de los ciudadanos para no quedar indefensos frente a las arbitrariedades del poder. Es la justicia la que puso límites a la ley de medios, primer paso de una práctica legislativa basada en el abuso, como siguieron otras. Es la justicia la que cita a un fiscal a indagatoria y sólo un comportamiento antidemocrático puede amparar su negativa.

También sorprende la crítica a los jueces basada en que no pagan impuesto a las ganancias. No creo que haga falta recordar que no aceptaron ustedes, el oficialismo, discutir ninguna reforma al sistema tributario que nos permita salir de la regresividad y la injusticia sobre la que está estructurado. Condenaron a miles de trabajadores a pagar un impuesto que confisca sus ingresos. Y sostienen a rajatabla las exenciones para quienes, como usted misma, acumulan renta con el dinero depositado especulativamente mientras que la recaudación la sostienen quienes consumen y producen. Usted tiene la atribución para enviar al Congreso un proyecto para imponer pago de impuesto a las ganancias a los jueces y nunca lo hicieron.

Usted ya demostró que no necesita ser jueza para no pagar impuestos. Porque en casi 12 años de gobierno, siguen sus operaciones financieras sin estar gravadas. Y tampoco paga las tasas que corresponden a la inspección de sus sociedades como personas jurídicas, las mismas que informan domicilios falsos y no presentan balances.

DE NISMAN A POLLICITA. ¿LEYÓ LA EXCUSACIÓN DE POLLICITA? ES UNA CLASE BÁSICA DE DIVISIÓN DE PODERES Y RESGUARDO DE UNA CAUSA PENAL. PAPELÓN.

Gracias a la Justicia, se frenó la barbaridad que ustedes han impulsado firmando un pacto con los principales sospechosos del peor atentado terrorista que haya sufrido nuestro país. Porque es claramente inconstitucional, inútil, contrario a nuestras normas y a nuestros intereses nacionales, violando el principio de separación de poderes en lo que implica una injerencia del ejecutivo sobre el judicial.

Sin entrar a considerar los contenidos de la grave denuncia del fiscal Alberto Nisman, ustedes hicieron como que los hechos no existieran, como si las escuchas fueran un invento. Pero todo eso existe y deberían dar respuestas y rendir cuentas en lugar de seguir buscando fantasmas o inventando elucubraciones desestabilizadoras. A esta altura, me he convencido que los únicos interesados en esta suerte de auto-victimización son ustedes mismos. Nadie hay hoy en el escenario político ni económico de la Argentina dispuesto a sacar anticipadamente a un gobierno débil en el final de su mandato.

La citación que el oficialismo hizo al Fiscal Pollicita era un nuevo acto de provocación, a todas luces inconducente. De quienes creen que retomar la iniciativa es seguir gobernando y sacando leyes a las patadas, con la mitad de la representación, ya sin voluntad alguna de reunir consensos.

Ojalá su referencia a la causa fuera para ponerse a disposición, para asegurar la presencia de todos funcionarios ante la justicia y ante el poder legislativo para rendir explicaciones. Para poner a disposición todas las comunicaciones y archivos que aún permanecen en estado de clasificación o secreto. Su tono de provocación, de barrabrava, más propio de panelista de 678 que de una Presidenta, no se condice con la gravedad de la situación que atraviesa la Argentina.

DE ESTE GOBIERNO. ¿SÓLO QUEDAN REINAUGURACIONES Y CIFRAS Y MÁS CIFRAS?

Le soy sincera: nos hemos cansado un poco de escuchar repetidamente algunos logros del pasado que puede mostrar este gobierno. La manifestación popular le está demostrando que existe una nueva realidad con otras demandas. No implica desconocer avances donde pueda haberlos, pero no estamos dispuestos a esconder los reclamos frente al atropello con el que quieren seguir mostrando sus espejitos de colores.

Este no es el gobierno de la memoria, la verdad, la justicia ni mucho menos de la no impunidad. Le recuerdo que tanto usted como los integrantes de este gobierno acompañaron en el final de la dictadura la propuesta de convalidación de la auto-amnistía del gobierno militar que hacían los candidatos de su partido. Que fue el gobierno democrático del Dr. Alfonsín el que promovió el histórico juicio a las juntas militares y la conformación de la Comisión Nacional de Desaparición de Personas que culminara con el Nunca Más. Y fue el gobierno de Carlos Menem (hoy aliado suyo en el Senado, pese a su condena por contrabando de armas), al que Néstor Kirchner calificó como “el mejor”, el que indultó a aquellos que habían sido condenados por los crímenes.

Ni abrieron todos los archivos ni hicieron otra cosa con la inteligencia que ponerla al servicio de operaciones políticas e inmorales. Y fueron los mismos que, además de no hacer nada en la investigación del atentado a la AMIA, pactaron con los sospechosos para constituir con ellos mismos una comisión de verdad que les permitiera eludir la acción de la justicia nacional.

Que después de casi 12 años de gobierno sigan repitiendo que la AUH es un logro resulta casi una vergüenza. Sí, es cierto, es una contención social, financiada, o explicada por los sueldos miserables de la mayoría de los jubilados, ya que todo sale de la ANSES. ¿No le da vergüenza que los pobres financien a los pobres y además que el dinero se le esfume en las manos con la inflación que golpea al bolsillo del que menos tiene? Seguimos esperando una propuesta para que los que más tienen más paguen y así hacer operativos derechos reales de los que menos tienen. De la misma manera que los tan anunciados programas especiales de promoción son apenas paliativos, muchas veces mentirosos, que no llegan a tener ejecución, pero buscan esconder que en todos estos años seguimos teniendo una tasa intolerable de empleo precario y familias en condiciones de exclusión.

Hablar de las inversiones en materia ferroviaria es otra cachetada en la cara de los familiares de las víctimas de la tragedia de Once de la que se cumplen tres años. La inversión más costosa sin duda, porque nos costó vidas, sueños, trabajo, habilidades. Nos quitó tanto que no han forma de recomponer para ellos con los vagones comprados sin licitación.

El desendeudamiento, del que tanto hablan, significa mayores costos y la política internacional de este gobierno nos puso en situación de aislamiento y pérdida de reconocimiento y de mercados. Y nos arrastraron a negociaciones en malas condiciones para atender las necesidades a que nos lleva esa misma situación, haciendo concesiones a potencias externas, incorporando conflictos peligrosos para nuestro país, y cediendo soberanía, la mayoría de las veces mediante acuerdos con cláusulas secretas y lesivas del interés nacional.

La educación pública, Sra. Presidenta, es lamentable. Y el sistema universitario sufre, al igual que provincias y municipios de todo el país, la dependencia de la varita mágica que los toque para que lleguen recursos públicos, poniendo una vez más en marcha una práctica clientelar que juega con instituciones y con derechos con la sola intención de acumular poder y ventajas.

Qué raro que su vocación napoleónica le hizo olvidar las reformas de los códigos, solo con la mitad de las manos en ambas cámaras del Congreso. Es que debería también recordar que este es el gobierno que sancionó tantos disparates en estos años, hasta una ley para que los funcionarios públicos no sean responsables por sus actos!! Ni el estado responda por los daños que ocasiona. Vaya si ha habido una ley contraria a todos los principios del derecho. Algunas cosas podrían cambiar solo con una norma para que los funcionarios respondan con su patrimonio por sus malas decisiones.

Sé que suena mi respuesta con tono de enojo. Ojalá pudiera disimular el desencanto que siento frente a una presidenta mujer, de la que, como tantos otros, esperaba mucho más.

Seguramente estoy expresando a muchos otros en lo que se ha convertido en un sentimiento compartido. Quisiera que pudiera Ud. Sra. Presidenta recuperar capacidad de reacción en el buen sentido frente a tanto reclamo popular. Siento que están «abriendo el paraguas» ante una eventual crisis producto de las avanzadas judiciales y la posibilidad de terminar presos.

Una vez más, nada nos dice de las cosas que esperamos. Solamente nos ratifica esa lógica amigo-enemigo que tanto daño nos viene haciendo, con una fractura impuesta a esta sociedad, cada vez más difícil de acotar como necesaria acción para pensar en el futuro. Una vez más no nos habla de la educación, ni de las instituciones, ni de la igualdad o el desarrollo. Volverá en el Congreso a hablarnos del pasado. Otra vez escucharemos a una Presidenta empecinada en contarnos las transferencias súper-millonarias que se hacen, con exposiciones plagadas de números, como para hacernos creer que todo se arregla con plata.

Pero no es así. En democracia también tiene que hablar de los derechos. De eso que una vez más, se le ha olvidado.

Me he tomado el atrevimiento de contestar su carta para recordarlo.

MARGARITA STOLBIZER