Todavía se considera que el cuidado es un asunto familiar y privado cuyas principales responsables son las mujeres. Al tratarse de un derecho humano fundamental, todas las personas tenemos derecho a recibir cuidados y el Estado debe ser el garante efectivo de ello. Un sistema de cuidados contribuirá a que las familias puedan resolver el conflicto de conciliación de la vida laboral, reproductiva y familiar.
1. Equiparar la licencia laboral, entre varones y mujeres, por nacimiento, adopción y cuidado de niños, niñas y adolescentes, familiar enfermo o con discapacidad.
2. Promover la corresponsabilidad tanto entre el estado y la sociedad, como entre los varones y las mujeres, de la crianza y cuidado de los miembros del hogar.
3. Garantizar servicios de cuidado públicos y gratuitos, así como el acceso a Centros de Desarrollo Infantil y Lactarios, tanto en el ámbito público como privado.
4. Impulsar la implementación de subsidios que faciliten la contratación de servicios de cuidado por parte de personas en actividad.
5. Legislación sobre las responsabilidades familiares a los fines de una participación equitativa de las mujeres en el mercado de trabajo.