Abogada – Política – Diputada Nacional

Mujeres, Armas y Violencia.

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Stolbizer reunió a legisladoras, especialistas y organizaciones para debatir y promover un proyecto que crea un régimen de evaluación de las aptitudes psicosociales para la adquisición, tenencia y portación de armas de fuego. «Se requiere un estado eficaz en la prevención y el control, pero también un mayor compromiso ciudadano y de los medios de comunicación».

Margarita Stolbizer, a través de la ONG Bajo la Lupa, reunió esta mañana a legisladoras, especialistas y organizaciones con el fin de debatir sobre un proyecto para la creación de un régimen de evaluación de las aptitudes psicosociales para la adquisición, tenencia y portación de armas de fuego y materiales controlados.

La falta de datos y estadísticas certeras sobre femicidios, homicidios a mujeres con armas de fuego, suicidios, ausencia de respuestas del estado al tema de las armas, falta de diagnóstico, e inexistencia de políticas públicas en Argentina ante estas problemáticas, fueron los temas más salientes.

La apertura estuvo a cargo de la Diputada Nacional Carla Pitiot que será la nueva autora y promotora del proyecto elaborado por Stolbizer y la Lic. Pía Devoto de APP (Asociación para Políticas Públicas). «La regulación sobre armas convencionales y municiones apunta a reducir el daño humano estableciendo mayores condicionantes y controles para el acceso a las armas».

Margarita Stolbizer se refirió así: «Los estados están comprometidos en el plano externo para impedir que las armas vayan a parar a manos de criminales, a países reconocidos como peligrosos. Pero internamente también deben actuar para impedir que caigan en manos de personas potencialmente peligrosas. El aumento de la criminalidad tiene que ver de manera directa con el acceso a las armas. Eso hace más peligroso al delincuente, pero también a cualquier persona que tenga un arma en su mano. Las armas no pueden ser quedar libradas a la lógica del mercado. Son el mayor riesgo de violencia, no el único. Establecer limitaciones al acceso es central para prevenir y evitar la violencia de género que hoy afecta a miles de mujeres que son víctimas de las armas en poder de los hombres, la mayoria de las veces dentro de sus propios hogares».

Expusieron sobre Violencia de Género y Armas de Fuego en Argentina, Aldana Romano y Julián Alfie del Instituto de Estudios Comparados en Ciencias Penales y Sociales (INECIP); Adrián Marcenac de la Fundación Alfredo Marcenac sobre 12 años en las políticas de armas, avances y retrocesos; y la investigadora del CONICET Alejandra Otamendi habló sobre Armas de Fuego y Femicidios: una amenaza constante. La charla tuvo el apoyo de PGA (Parlamentarians for Global Action) y fue moderada por María Pía Devoto de la Asociación para Políticas Públicas.

María Pía Devoto expresó que «La identificación del arma como objeto de violencia y la necesidad de su control es un fenómeno relativamente nuevo. También es nueva la relación de las mujeres con las armas y por eso faltan tantos datos para realizar informes. Nuestro objetivo con esta charla es hacer un pequeño impacto para cambiar la realidad»

Adrián Mercenac milita para el desarme desde que su hijo Alfredo fuera asesinado en 2006, cuando iba caminando por la avenida Cabildo con dos amigos y sin aviso ni explicación recibió tres disparos a mansalva. Adrián se convirtió en una suerte de fiscal de a pie que denuncia incansablemente el descontrol de las armas de fuego ,empezó su exposición con la frase de Bertol Bretcht «Qué tiempos serán los que vivimos, que hay que defender lo obvio”, «y lo obvio es que las armas matan y generan daño. En nuestro país hay 4 millones de armas sin control del Estado, sólo el 12% está registrada».

El Instituto de Estudios Comparados en Ciencias Penales (INECIP) elaboró un informe sobre la incidencia de las armas de fuego en los casos de violencia de género y probó que el 98% de los usuarios de ese tipo de armas son hombres –el dato surge de las solicitudes de credencial de legítimo usuario que registra la ANMaC–, aunque son las mujeres quienes «resultan desproporcionadamente victimizadas en forma de homicidios y femicidios». De hecho, en la Argentina una mujer es asesinada cada 29 horas y uno de cada cuatro femicidios es cometido con un arma de fuego.

«Una de las cosas que más nos llamó la atención al hacer el estudio es que pese a que es sabido que la victimización por armas de fuego alcanza mayoritariamente a jóvenes de género masculino, la proporción de mujeres asesinadas o lesionadas es demasiado alta si se toma en cuenta que sólo el 2% de ellas es usuaria de armas», explicó Julián Alfie, investigador del INECIP y uno de los autores del informe.
Otra de las conclusiones más relevantes del informe remarca el efecto «invisible» del uso del arma de fuego como extensión del control del hombre sobre la mujer. «Estos son los casos más difíciles de estudiar porque no llegan a judicializarse, pero está claro que la presencia del arma en el hogar funciona como un medio de amenaza tácita o implícita, especialmente en las relaciones de pareja», remarcó.

Por su parte, Aldana Romano también de INECIP expresó “Aunque la violencia de género tiene lugar con o sin armas de fuego, es necesario reconocer la especificidad de las armas de fuego en términos de los riesgos que éstas conllevan. A diferencia de otros instrumentos, una agresión con arma de fuego tiene altas probabilidades de producir consecuencias mortales. Pero además, se diferencia en que se trata de un objeto ideado para matar. De allí la obligación de los estados de controlar sus usos y prevenir sus consecuencias”

A su turno, la investigadora del CONICET Alejandra Otamendi expresó que «En Argentina antes y después de las masivas protestas de mujeres, se han implementado varias medidas punitivas y preventivas en contra de la violencia de género. Sin embargo, el rol de las armas de fuego en esta violencia aún no ha sido lo suficientemente denunciado ni limitado. En efecto, se cree que el uso de las armas de fuego es menor para perpetrar la violencia contra las mujeres, pero, en los hogares son una amenaza constante hacia las mujeres».

Finalmente Stolbizer se refirió al hallazgo de un arsenal en Supermercados Coto: «El hecho es de una enorme gravedad. Por el lugar donde fueron halladas las armas, por el enorme calibre y las condiciones de restrictividad para su compra o tenencia. Pero lo más grave es que no existe información. Que se intenta ocultar el tema. Una vez más se protege a los poderosos. Esas armas pueden ser usadas en cualquier momento y por cualquiera. Fueron halladas casi de casualidad. Es una barbaridad que los medios de comunicación no deberían estar tapando, sino al contrario. Todos debemos cuidarnos y cuidar a nuestra ciudadania como a nuestros hijos: libres del riesgo de daño que significa que cualquier pueda acceder a armas sin control».