Hoy Argentina marcha bajo la consigna «Ni Una Menos». No estoy en mi país, por eso no me verán poniendo el cuerpo en la manifestación como lo he hecho otras tantas veces. Sin embargo, no quiero dejar de dar mis razones y mis sentimientos a través de esta adhesión a la distancia.
Mis razones son la decencia y la igualdad. Decencia entendida como la posición política que no me permite seguir adelante y pensar en la Argentina que quiero sabiendo que hay mujeres golpeadas, mujeres muertas, mujeres sometidas, mujeres explotadas. Es indecente tener la ley que protege a las mujeres y no ponerla en práctica, es indecente no prevenir la violencia, y más indecente aún es el vacío por parte del Estado (instituciones y funcionarios) una vez que el delito se ha perpetrado. Por otro lado, la violencia contra la mujer es una manifestación más de la desigualdad. «La mujer es el negro del mundo» cantaba John Lennon en el año 1972. En Argentina las cosas no han cambiado demasiado en los cuarenta y pico de años que nos separan de esa canción. Se pretende de la mujer un estado acompañamiento silencioso, de sometimiento voluntario. Las mujeres percibimos un tercio menos del salario por igual trabajo que los varones; las mujeres debemos ocuparnos de nuestros hombres, sean estos hijos, maridos, hermanos, padres; y todo esto es así porque sobre las mujeres pesa ese estado supuestamente natural por el que se nos exige posponernos en nuestros deseos. Y eso posterga también nuestros derechos.
Manifiesto solidaridad y acompañamiento en el dolor de cada una de las que sufren cualquier tipo de maltrato. Y con cada familia que sufrió una perdida causada por la violencia.
En la Argentina que queremos, estas cosas no pueden seguir ocurriendo. Me comprometo a poner en práctica la ley que ya existe para contemplar el femicidio como un agravante; me comprometo a trabajar sobre cada institución para que todas las voces de los más vulnerables sean escuchadas en tiempo y forma; me comprometo a poner en marcha toda la atención y asistencia médica, psicológica, jurídica y económica para toda mujer vulnerada. Me comprometo a que en Argentina se construya un sistema de Justicia para que los delitos se denuncien y los delincuentes paguen.
En la Argentina que queremos no habrá complicidades sino transparencia. En la Argentina que queremos no habrá miedo sino certezas y Justicia. Quiero una Argentina con Igualdad y Decencia. Donde se termine la violencia de género y todas puedan ejercer sus derechos en plenitud. También por eso nos manifestamos hoy.
Margarita Stolbizer
3 de junio de 2015